Hernán Rivera Letelier, 2002.
En Octubre pasado, revisando facebook, veo que Hernán Rivera Letelier estaba firmando libros en Osorno, agarré la cartera y partí. Imaginaba una cola enorme... pero bueno es Osorno, no había casi nadie lo que fue positivo pues pude conversar con el autor tranquilamente mientras hojeabamos los distintos libros de las estanterías.
Siempre había tenido ganas de leer algo de él, no por nada es uno de los autores chilenos más famosos de los últimos años. Ya que estaba ahí compré, para tener la firma, Santa María de las flores negras, que cuenta la historia de la Mantanza de la Escuela Santa María de Iquique en 1907.
Siempre había tenido ganas de leer algo de él, no por nada es uno de los autores chilenos más famosos de los últimos años. Ya que estaba ahí compré, para tener la firma, Santa María de las flores negras, que cuenta la historia de la Mantanza de la Escuela Santa María de Iquique en 1907.
No voy a resumir la historia porque eso lo pueden encontrar en varios lugares sólo expondré mi opinión, pues nunca había sentido un libro tanto como este.
Me pareció un libro maravilloso, de prosa preciosa, que da cuenta de las
injusticias sociales que han quedado sin castigo. Se me hizo imposible
no sentir cada momento, la sed, la euforia, la indignación, la rabia, la
tristeza, el amor y principalmente la belleza con la que cada
interacción está descrita. Se nota el cariño que el autor le puso a cada
palabra de este libro. Se me hizo muy duro leerlo, sufría a cada párrafo sabiendo el final que tendría tan épico movimiento. Sentí una impotencia tan grande al leer la lista de demandas de los huelguistas, que no me podía explicar como por peticiones tan básicas y dignas para cualquier trabajador, la historia haya terminado en tan trágico desenlace. Como ya me lo esperaba, terminé envuelta en lágrimas las últimas 50
páginas de Santa María de las flores negras. Esas 50 páginas que te
describen con una belleza inmensa uno de los momentos más horribles de
la historia de Chile, casi como un homenaje a las vidas que se perdieron
aquel día. Un libro que todos los chilenos deberíamos leer, en honor a la memoria
de todos esos pampinos y de todos los trabajadores que a lo largo de la
historia han contribuido a mejorar nuestra sociedad. En las palabras del
mismo Rivera Letelier: "Por el norte y su historia. Por la justicia."
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